En todo el territorio se registraron 79 siniestros, de los cuales 26 están activos, 24 controlados y 29 ya fueron extinguidos, precisó la Onemi. El más grande de ellos es el reportado en las comunas de Los Sauces y Angol, de la región de La Araucanía, que consumió más de 12 mil ha de bosques de pino y eucalipto.
Entre los focos activos de relevancia figura el de Quillón, en Ñuble, con dos mil 100 hectáreas quemadas hasta el momento, tres viviendas destruidas y un número de damnificados aún por cuantificar.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, y su homóloga de Agricultura, María Emilia Undurraga, viajarán este martes a Ñuble para monitorear las labores de extinción, en las que participan de manera coordinada bomberos, la Policía de Investigaciones, Carabineros y la Corporación Nacional Forestal, con el apoyo de aeronaves cisternas.
De acuerdo con la titular de Agricultura, los incendios continuarán siendo un problema durante toda la temporada de verano debido a que el bajo porcentaje de humedad y las elevadas temperaturas crearán condiciones para su propagación.
Según esa cartera, desde el 1 de julio pasado el fuego consumió unas 30 mil ha en todo el territorio chileno, cifra que supera con creces las seis mil destruidas en el mismo período de 2020.
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