La mutación del coronavirus, altamente contagiosa aunque de momento con menor riesgo de hospitalizaciones y muertes entre los vacunados, ha generado no solo un notable aumento de casos globalmente, sino también una cascada de cancelaciones y retrasos de vuelos en todo el mundo.
Entre el 23 y 25 de diciembre, más de seis vuelos se suspendieron y, al menos otros dos mil se unieron a la lista entre ayer y hoy, de acuerdo con el sitio web de seguimiento FlightAware y la cadena CNN, en tanto una cifra superior a los tres mil sufrió algún tipo de retraso.
El país más afectado es Estados Unidos, donde la semana arrancó con cerca de mil cancelaciones de vuelos internos o con origen o destino al país tras dos mil 300 registradas el sábado y el domingo.
“El incremento a nivel nacional de casos de ómicron tuvo un impacto directo en nuestras tripulaciones y la gente que lleva a cabo nuestras operaciones”, señaló United Airlines en un mensaje enviado a sus empleados, luego de que un número no determinado no asistiera a trabajar debido a enfermedad.
A nivel internacional, el impacto por la crisis de la Covid-19 también derivó cancelaciones de viajes aéreos, por ejemplo, la aerolínea alemana Lufthansa tendría que cancelar hasta el 10 por ciento de todos sus vuelos entre enero y febrero (aproximadamente 33 mil operaciones) debido a una caída en el número de reservaciones.
Numerosas compañías debieron poner en cuarentena a pilotos, asistentes de vuelo y otros miembros del personal que se vieron expuestos al contagio de esa enfermedad, algo afrontado por la propia Lufthansa, Delta y United Airlines.
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