El periodista australiano está encerrado en la penitenciaría de Belmarsh desde abril de 2019, fecha en que el Gobierno de Ecuador le retiró la protección diplomática otorgada siete años antes, y permitió que la Policía entrara a su embajada en Londres para arrestarlo.
T ras cumplir una condena de 50 semanas de cárcel por violar una fianza impuesta por un tribunal londinense en 2010, la magistrada a cargo del caso decidió mantener a Assange en prisión hasta que concluya el proceso de extradición iniciado por Estados Unidos.
Washington quiere juzgarlo por exponer a través de WikiLeaks crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán y cables confidenciales de la diplomacia estadounidense.
De ser extraditado, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos relacionados con supuestas violaciones de la ley de espionaje norteamericana que se imputan.
En diciembre pasado, la Corte Superior de Londres aceptó la apelación de los fiscales estadounidenses contra un veredicto anterior que bloqueaba la extradición, y ahora se está a la espera de que el Tribunal Supremo de Reino Unido acepte o no un nuevo recurso presentado por la defensa del ciberactivista.
En estos mil días Julian ha sido mantenido en condiciones de aislamiento, estuvo bajo dos cuarentenas por la Covid-19, y en octubre pasado sufrió un derrame cerebral provocado por el stress, afirmó este miércoles su pareja sentimental, Stella Moris, quien recalcó que Assange es un prisionero político.
Moris apuntó que los dos hijos que procreó con el fundador de WikiLeaks durante el tiempo que estuvo asilado en la embajada de Ecuador no tienen recuerdos de su padre fuera de la prisión de máxima seguridad londinense.
Julian solo sigue encarcelado por petición expresa de Estados Unidos, que sigue abusando del tratado de extradición bilateral con fines políticos, expresó.
Al recordar en Twitter que Assange cumple mil días en prisión, el documentalista y activista John Pilger afirmó que su único delito es haber dicho la verdad.
Los seguidores del fundador de WikiLeaks tenian previsto congregarse este miércoles fuera de la prisión de Belmarsh para exigir su liberación.
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