Más del 90 por ciento de la población de la isla fue inmunizada con al menos una dosis de los fármacos de cosecha propia, mientras que el 83 por ciento completó el esquema de inoculación, reconoció el medio. De los países con más de un millón de habitantes, solo los Emiratos Árabes Unidos tienen cifras mayores de vacunación, precisó el texto firmado por el corresponsal en La Habana Ed Augustin.
La idea de que Cuba, con solo 11 millones de habitantes e ingresos limitados, pueda ser una potencia biotecnológica, puede resultar incomprensible para alguien que trabaja en la farmacéutica Pfizer, pero para la nación antillana es posible, declaró John Kirk, profesor emérito de estudios latinoamericanos en la Universidad de Dalhousie, Canadá.
Como la mayoría de las naciones latinoamericanas, Cuba sabía que le costaría comprar vacunas en el mercado internacional, contó The Guardian y agregó que entonces, en marzo de 2020, debido a la pérdida de ingresos por turismo y las nuevas y feroces sanciones estadounidenses, sus científicos se pusieron manos a la obra.
La apuesta rindió frutos, aseveró, mientras describió que en esta primavera se convirtió en el Estado más pequeño del mundo en desarrollar y producir con éxito sus propios inmunizantes contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
A partir de la fecha, añadió, su personal aplicó inyecciones a un ritmo rápido, inoculando incluso a niños pequeños (todas las vacunas en la isla son voluntarias), explicó.
Ambos fármacos (Soberana 02 y Abdala) tienen una efectividad superior al 90 por ciento, según los ensayos clínicos realizados en Cuba la primavera pasada, argumentó.
Además, enfatizó que el despliegue exitoso redujo las tasas de infección de entre las más altas del hemisferio occidental el verano pasado a los niveles más bajos de la actualidad.
En agosto pasado, la isla reportó cientos de muertes como consecuencia de la pandemia por semana; durante la última hubo tres, remarcó The Guardian.
“Desde la Revolución de 1959, los cubanos se embarcaron en estas grandes cruzadas que son quijotescas pero a menudo exitosas”, declaró al periódico Gregory Biniowsky, un abogado radicado en la capital cubana.
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