Los activistas estaban acusados de vandalismo, pero un jurado de esa ciudad portuaria del suroeste de Inglaterra los exoneró de todos los cargos, en una decisión que fue celebrada por el movimiento antirracista del Reino Unido pero muy criticada por los políticos conservadores del país.
Interrogado al respecto este miércoles, el primer ministro Boris Johnson se rehusó a dar su opinión sobre el veredicto, pero dejó claro que no está de acuerdo con los intentos de reescribir la historia del país.
Es como si alguien tratara de editar sus datos en Wikipedia, y eso no está bien, afirmó el gobernante conservador, quien consideró que “para bien o para mal”, el Reino Unido cuenta con un legado histórico complejo y diverso.
El exministro de Vivienda Robert Jenrick y el titular de Transporte, Grant Shapps, fueron, sin embargo, más directos que Johnson, y arremetieron contra la decisión del jurado de absolver a los manifestantes.
Si el vandalismo y el daño criminal son aceptadas como una forma de protesta política, entonces estamos socavando la ley que sustenta la democracia, aseveró Jenrick, mientras que Shapps dijo que la ley de la selva no era el camino a seguir.
En ministro de Transporte recordó, no obstante, que la nueva ley policial, cuyos detractores aseguran criminaliza las protestas callejeras y coarta la libertad de expresión, se encargará de poner freno a esa situación.
La estatua del esclavista Edward Colston fue derribada durante una protesta inspirada por el movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa), que surgió en Estados Unidos tras la muerte del afronorteamericano George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.
Los cuatro acusados no negaron su participación en los hechos ocurridos en Bristol en 7 de junio de 2020, y alegaron que el monumento a la memoria del traficante de esclavos del siglo XVII era una ofensa para la ciudad y no era un delito derribarlo.
Tras la protesta antirracista de Bristol, un grupo de estudiantes retomaron, aunque hasta ahora sin éxito, la demanda para que se retire la estatua del colonialista Cecil Rhodes de la Universidad de Oxford, y varios manifestantes vandalizaron el monumento al exprimer ministro Winston Churchill en la Plaza del Parlamento.
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