Señaló que las estructuras de integración de esa alianza supranacional apoyan de manera plena las medidas tomadas por las autoridades de Kazajastán y por los Estados miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) para proteger el orden constitucional en esa nación asiática.
“Hoy ya es obvio que los elementos destructivos, los bandidos preparados de antemano para manifestaciones masivas destinadas a desestabilizar la situación en el país, recibieron apoyo del extranjero”, subrayó en una declaración.
Lébedev manifestó que los provocadores, guías y patrocinadores de las llamadas revoluciones de color y rebeliones en el territorio de la CEI, por estos días reconocen con orgullo su papel principal en actos criminales en las ciudades de Kazajastán.
Según el jefe de la CEI, sorprende e indigna como los organizadores de los disturbios piden el derrocamiento de las autoridades legítimas de esa nación, sanciones contra su propia gente, desobediencia a las fuerzas del orden e incluso la realización de actos terroristas.
Denunció que tales convocatorias a la desobediencia pública son difundidas ampliamente por algunas agencias de noticias occidentales y que muchos políticos de esos países, supuestos defensores de la democracia, “se encuentran con estos criminales, los cuidan y los apoyan”.
Aseguró que las medidas adoptadas por las autoridades de Nursultan están respaldadas no solo por los Estados miembros de la OTSC, sino también por otros países de la Comunidad, integrada por Rusia, Azerbaiyán, Armenia, Belarús, Kazajastán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
El presidente de Kazajastán, Kasim-Zhomart Tokáyev, advirtió que tras los disturbios en el país se ve la mano de profesionales de la subversión ideológica, hábiles en el manejo de desinformación y noticias falsas.
Por su parte, la Cancillería rusa declaró que su país considera los recientes acontecimientos en Kazajastán como un intento concebido desde el exterior para socavar de manera violenta la seguridad y la integridad en ese país asiático.
Consideramos los recientes acontecimientos en la nación amiga como un intento de socavar la seguridad e integridad del Estado por la fuerza, utilizando formaciones armadas capacitadas y organizadas, señaló el comunicado.
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