La valoración antecede el encuentro de este lunes de delegaciones de Rusia y Estados Unidos que celebrarán una sesión extraordinaria del Diálogo de Estabilidad Estratégica bilateral, en un momento de tensiones entre Moscú y Washington por la situación de Ucrania y con un posible nuevo foco de enfrentamiento por la crisis en Kazajastán.
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Los acontecimientos tienen una similitud infalible con las operaciones de cambio de régimen patrocinadas por Washington que ocurrieron en otras naciones y plantean inevitablemente interrogantes, puntualizó Strategic Culture Foundation.
Los funcionarios rusos tienen previsto reunirse con sus homólogos estadounidenses y de la OTAN dentro de unos días para discutir propuestas de seguridad de gran alcance en unas negociaciones geopolíticas sin precedentes.
El presidente Kassym-Jomart Tokayev acusó a «bandas terroristas entrenadas en el extranjero» de ser responsables de los dramáticos disturbios en la antigua república soviética, aseveró la publicación.
Parece que los acontecimientos de esta semana en Kazajstán, valoró, tienen como objetivo distraer a Moscú o, peor aún, socavar la posición internacional de Rusia.
Moscú presentó hace tres semanas propuestas clave en materia de seguridad para reducir las crecientes tensiones con Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a causa de Ucrania, algo que debe estar en el centro de las pláticas entre los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin.
A la reunión en Ginebra de este lunes, les seguirán otras similares entre funcionarios rusos y de la OTAN.
Señaló Strategic Culture que Washington y sus aliados de la OTAN se vieron sorprendidos por la determinación de Moscú de trazar una línea inviolable en años de expansión militar hacia las fronteras de Rusia, cuya culminación precipitó las últimas tensiones provocadas por Ucrania.
La gravedad de la posición de Moscú, agregó, parece fue registrada por los aliados occidentales, que rápidamente programaron las discusiones sobre seguridad para la próxima semana.
Alertó la publicación que los acontecimientos en territorio kazajo tienen una similitud infalible con las operaciones de cambio de régimen patrocinadas por Estados Unidos que tuvieron lugar en otras naciones, sobre todo en Ucrania, Siria y Bielorrusia, entre otros países.
De manera reveladora, la Casa Blanca negó inmediatamente su participación antes de que se sugiriera públicamente esa posibilidad, indicó el informe.
Los observadores más astutos, puntualizó, señalan que la Rand Corporation, vinculada a la CIA, ya había respaldado este tipo de disturbios en Kazajstán como medio para distraer a Moscú de los temores sobre la seguridad regional.
rgh/lb