Será el miércoles en Arabia Saudita, sede de la fase final de la Supercopa de España, con el morbo del liderazgo en LaLiga de los merengues y los anhelos de los azulgranas de volver a estar en la cima bajo el mando de Xavi Hernández.
Lo denominan Clásico no por un capricho, sino por todo lo que significa un duelo entre el Real Madrid y el Barcelona. Siempre es un partido nuevo y los dos van a luchar con denuedo, comentó Carlo Acelotti, el técnico de la “casa blanca”.
Con el francés Karim Benzema (16 goles) y el brasileño Vinicius Junior (12) en estado de gracia, la escuadra que dirige Ancelotti recuperó sus mejores sensaciones al batir la víspera al Valencia 4-1. De nuevo, un trabajo de lujo en el mediocampo con las prestaciones del croata Luka Modric, el alemán Toni Kroos y el brasileño Casemiro.
Un plantel que cierra cada vez con mayor hermetismo en la zaga, principalmente con los centrales Militao, otro de Brasil, y el austriaco David Alaba, mientras en la portería el belga Thibous Courtois se afianza como uno de los mejores del mundo en la posición.
Enfrente, un equipo que ha perdido fuste de forma gradual desde hace varios años, aunque muy en particular con la salida del argentino Lionel Messi el pasado verano y luego del francés Antoine Griezmann.
Además de cambiar de entrenador, Xavi en lugar del holandés Ronald Koeman, el Barza se ha visto obligado a improvisar ante la friolera de lesiones y el rendimiento irregular de su plantilla. De momento se salva su capitán Sergio Busquets, el más consistente en el juego.
A la espera de recuperar, tal vez para el Clásico, al delantero Ansu Fati, el DT alternó con figuras noveles que hasta cierto punto han capeado el temporal, aunque no de forma contundente. Son los casos de Nico, Gavi, Abde y Jutglá, prometedores, pero requeridos de un proceso de maduración.
Las lesiones hicieron que Xavi se decantara por el holandés Luuk de Jong por otro del mismo país, Memphis Depay, con resultados alentadores. Sin embargo, se trata de un atacante que supuestamente deberá salir del Barcelona.
Inestable, pero al final un gran arquero, el alemán Ter Stegen es el cancerbero que necesitarán los azulgranas en su mejor versión el miércoles frente a la notable cobertura ofensiva del Madrid.
La otra semifinal de la Supercopa la escenificarán el jueves el Atlético de Madrid con el Athletic de Bilbao. La gran final será el próximo domingo.
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