Con los de este domingo, el total de infectados en el archipiélago ascendió a dos millones 965 mil 447, la segunda mayor cifra del sudeste asiático, solo superada por la de Indonesia (más de cuatro millones 260 mil).
Ante la progresión de los casos, ayer el gobierno elevó el nivel de alerta sanitaria de tres a cuatro, en un máximo de cinco. Aunque no hay cifras concluyentes, epidemiólogos locales atribuyen el aumento de los contagios a la variante Ómicron del SARS-CoV-2, entrada a Filipinas a mediados de diciembre.
En la fecha la Secretaría de Salud también dio cuenta de 15 muertes, con lo que el acumulado ascendió a 52 mil 150.
La irrupción de la Ómicron y el inusitado crecimiento del número de casos echa por tierra los planes del gobierno de reabrir el país al turismo internacional, amén de que eventuales nuevas medidas de confinamiento se harán sentir sobre una economía ya bastante resentida por casi dos años de pandemia.
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