El avión se estrelló contra una montaña en Hwaseong (centro), a unos 50 kilómetros al sur de esta capital, 13:46 minutos después de despegar de una base de la Fuerza Aérea de Suwon, según las autoridades militares.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa, el único piloto a bordo, con rango de capitán, no pudo eyectarse y murió en el accidente, cuyas causas se investigan.
Aunque el caza se estrelló a unos 100 metros de un pueblo cercano no se reportaron víctimas civiles, y las autoridades aseguraron que no llevaba explosivos.
El avión de combate pertenece a una generación anterior, con un diseño que data de la década de 1960.
La catástrofe ocurre apenas una semana después de que Surcorea dejara en tierra toda su flota de aviones de combate F-35 avanzados, luego de que uno de ellos presentó mal funcionamiento de los sistemas.
Un total de 12 F-5 operados por la Fuerza Aérea surcoreana se han estrellado desde 2000, incluido este último incidente.
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