Durante un discurso en la Casa Blanca sobre la respuesta de su administración a la pandemia de Covid-19, el mandatario dijo que distribuirá máscaras protectoras y pruebas gratuitas para frenar a Ómicron, que se está extendiendo rápidamente por todo el territorio estadounidense.
Biden calificó el uso de mascarillas como un «deber patriótico» al afirmar que aproximadamente un tercio de los estadounidenses no la usan y comentó que elevará a mil millones las pruebas de Covid-19 con la compra de 500 millones de kits adicionales.
La Casa Blanca está bajo presión por la falta de disponibilidad de test para diagnosticar la enfermedad viral, hecho que obstaculiza los esfuerzos para seguir con las escuelas abiertas y la normalidad cuando los números de contagios por Ómicron se disparan.
El gobernante también hizo un llamado especial a las redes sociales al término de sus palabras.
Biden pidió parar la información errónea y la desinformación que a diario circula en esas plataformas.
Más de 800 miembros del personal federal de emergencias ya fueron distribuidos en 24 estados desde las vacaciones de Acción de Gracias en apoyo a esos territorios, según la Casa Blanca.
También activaron a unos 14 mil miembros de la Guardia Nacional en casi todos los estados.
Los datos demuestran que la variante Ómicron es leve, pero más contagiosa y se ha propagado con mucha facilidad aquí.
El martes, Estados Unidos estableció un nuevo récord de hospitalizaciones por Covid- 19 al reportar más de 145 mil ingresos de personas contagiadas.
Gran parte de los que son internados no están vacunados, porque los inmunizados que recibieron su dosis de refuerzo presentan una mejor protección contra la enfermedad grave, la hospitalización e incluso la muerte, señalan las autoridades de salud.
Los refuerzos serán enviados a Nueva York, Nueva Jersey, Ohio, Rhode Island, Michigan y Nuevo México.
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