Las conversaciones reflejaron una seria confrontación en el escenario mundial, dijo el alto funcionario en una entrevista para el Canal 1 de la televisión local.
“Esta posición de Occidente, bastante dura, arrogante en algún momento, intransigente e inflexible, se expresó con bastante calma, de manera positiva, lo que nos permite contar con la perspectiva de que Washington asimile las tesis discutidas”, comentó.
Lavrov expresó que la parte rusa defendió su posición con igual firmeza, “porque teníamos argumentos de nuestra parte de los que Occidente carecía”. En tal sentido, se refirió al principio de indivisibilidad de la seguridad contenido en los estatutos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE).
Explicó que en las conversaciones con Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se aferraron constantemente al hecho de que la principal demanda de Moscú, de brindar garantías legales de no expansión de ese bloque militar hacia el Este, no se puede cumplir.
Dijo que usaron como argumento que, según la Alianza Atlántica, solo sus propios países miembros deciden a quién aceptar, a quién no aceptar, de quien recibir solicitudes.
“Pero nuestra posición no se basa en los documentos de la OTAN. No tenemos nada que ver con ellos y ellos no tienen nada que ver con nosotros”, significó.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que la representación de Moscú los convocó a revisar no las reglas de la OTAN, sino los acuerdos elaborados para toda la comunidad euroatlántica, en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Recordó que esos documentos, adoptados al más alto nivel en la Cumbre de la OSCE de Estambul, en 1999, establecen que la libertad de elegir alianzas está condicionada por la necesidad de garantizar la indivisibilidad de la seguridad, de modo que nadie pueda tomar ninguna medida a su favor en detrimento de la seguridad de cualquier otro Estado.
“Partimos del hecho de que la libertad de elegir alianzas es una parte integral de la inadmisibilidad de tales pasos porque socavarán nuestra seguridad, así como la seguridad de cualquier otro Estado”, comentó.
El titular de Exteriores recordó que las garantías legales de seguridad presentadas excluyen también el despliegue de armas de ataque en territorios vecinos que supongan una amenaza para Rusia y el regreso de la configuración de la arquitectura de seguridad europea a 1997, cuando se firmó el Acta Básica Rusia-OTAN.
En su opinión, estos son los tres requisitos clave planteados por su país en los encuentros de los últimos días con Estados Unidos, la OTAN y la OSCE.
El canciller ruso manifestó su esperanza de que las contrapartes en el diálogo cumplan sus promesas de Ginebra y Bruselas en torno a la formalización de sus propias propuestas por escrito.
“Hemos explicado de manera clara y en repetidas ocasiones que necesitamos tener una reacción artículo por artículo a nuestros documentos”, aseguró.
Destacó que su país entregó sus propuestas por escrito hace casi un mes, por lo que, en su opinión, hubo suficiente tiempo para la reflexión tanto en Washington como en Bruselas.
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