En la tercera versión de la nueva supercopa, los merengues se impusieron con dianas del centrocampista croata Luka Modric al minuto 38 de la primera parte y del delantero francés Karim Benzema al 52, mediante el cobro de un penalti.
Los merengues controlaron la mayor parte del encuentro ante un Bilbao falto de ideas y un tanto desordenado a la hora de atacar, complicaciones que le costaron el encuentro.
Aún así tuvieron la oportunidad de descontar sobre la bocina, con un penal a su favor por mano voluntaria del defensor Eder Militao, pero el arquero belga Tibaut Curtouis detuvo el disparo de Raúl García.
En semifinales, el Real Madrid eliminó al Barcelona en un trepidante encuentro que finalizó 3-2, en lo que fue la quinta victoria al hilo para los blancos ante su archirrival.
El elenco representativo de la capital española acumula así su duodécimo título de la competición, uno menos que el Barcelona máximo ganador y destrona así al campeón de la versión anterior.
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