Preguntado al respecto en la conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario dijo confiar en que en los próximos días el Gobierno de ese país ibérico de su beneplácito al diplomático.
Consideró que es un proceso que tarda, pero no ha habido ninguna notificación de Madrid rechazando a Ordaz como embajador.
Aseguró que las relaciones con España marchan bien, aunque reconoció que el año pasado hubo discrepancias por su solicitud de que ese Gobierno ofreciera disculpas por los crímenes cometidos durante la conquista y colonización.
Lo tomaron mal, ni siquiera se dignaron a responderme la carta, señaló.
López Obrador recordó los desmanes de empresas españolas en la época de gobiernos neoliberales desde Carlos Salinas hasta Enrique Peña Nieto pasando por Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes privilegiaron exageradamente a compañías de ese país, sobre todo, en el sector energético para ayudar al saqueo de México.
Recordó que Iberdrola actuó como una empresa monopólica en esta nación, al igual que la OHL, a la sombra de esas administraciones corruptas del período neoliberal.
Señaló que las empresas españolas fueron muy beneficiadas por la reforma energética de Peña Nieto, iniciada anteriormente por Calderón, y además incumplen y violan los ordenamientos legales.
Crearon las llamadas sociedades de alto abasto para beneficiar a los ricos y empresarios, afirmó.
Además, se refirió al mecanismo de protección establecido por ellas para que el Estado asumiera costos cuando los sistemas de producción de energía eólica o solar no podían funcionar, para de esa manera no perder sus ganancias y vender el producto como si ellas fueran la Comisión Federal de Energía.
Señaló que eso es lo que su Gobierno quiere corregir ahora con la reforma eléctrica, que no se sigan violando las leyes, que la gente no se deje engañar por quienes producen energía ni por quienes la reciben más barata que los usuarios generales, ni que la familia mexicana pague más que ellos por el mismo servicio.
Dijo que sus super ganancias las paga el pueblo y recordó el mecanismo de los famosos subsidios ilegales e inmorales que el Estado les pagaba a esas empresas.
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