En un comunicado emitido este domingo, la legación diplomática señaló que no pasa un día sin que el Reino Unido acuse a Rusia de preparar una invasión inminente al país vecino, y trate de presentarse como el líder ideológico del mundo ´libre´ que lo defiende de los autócratas.
El texto menciona en particular declaraciones recientes de la canciller británica, Liz Truss, sobre que Ucrania sufrió varias invasiones, «desde mongoles hasta tártaros», y de que Moscú tenía intenciones de instalar un gobierno títere en Kiev.
Al respecto, la embajada afirmó que el exdiputado ucraniano mencionado por Truss como supuesto líder está sancionado por Moscú por ser una amenaza para la seguridad nacional rusa.
Por cómicas que parezcan (las declaraciones), estos no son tiempos para reírse, alertó el comunicado, el cual acusa a Reino Unido de suministrar armamento letal a Ucrania, incrementar su propia presencia militar en las fronteras con Rusia y alentar a las autoridades ucranianas a socavar los acuerdos de Minsk.
Según informó este domingo la cadena Sky News, el primer ministro británico, Boris Johnson, tiene previsto decirle al titular de Defensa, Ben Wallace, que acepte una invitación que le hizo su contraparte rusa, Serguéi Shoigú, para reunirse en Moscú en los próximos días.
El Reino Unido y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusan a Rusia de querer invadir Ucrania, cuyo gobierno solicitó la membresía de la alianza militar liderada por Estados Unidos.
De acuerdo con Washington, el Kremlin envió más de 100 mil soldados a las inmediaciones de la frontera con Ucrania, pero el gobierno ruso niega tener planes de atacar, y sostiene que sus tropas se mueven dentro de su propio territorio con fines puramente defensivos.
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