Según la prensa local, el reporte elaborado por la funcionaria pública Sue Gray podría ser publicado en las primeras horas de la tarde de este miércoles, y algunos medios especulan incluso que Johnson ya lo tiene en su poder.
En respuesta a una pregunta al respecto, la canciller Liz Truss aseguró, sin embargo, que Downing Street, como se conoce popularmente a la residencia oficial de los primeros ministros británicos, todavía no ha recibido el documento que podría decidir el futuro político del gobernante conservador.
Johnson enfrenta la peor crisis de su Gobierno tras revelaciones de que sus ayudantes y asesores organizaron fiestas en la residencia oficial en pleno confinamiento, cuando el resto de la población tenía prohibido reunirse con familiares y amigos.
El propio primer ministro admitió días atrás que asistió a una de esas celebraciones, con tragos de por medio, en los jardines de Downing Street en mayo de 2020, y aunque se disculpó ante el Parlamento, alegó que siempre pensó que se trataba de una reunión de trabajo.
La crisis escaló aún más después de que el canal ITV News reportó que Johnson tuvo una fiesta de cumpleaños el 19 de junio de 2020 con más de 30 personas en su residencia oficial.
Tras esa nueva revelación, su oficina dijo que se trató de una pequeña reunión organizada por el personal para desearle un feliz onomástico al gobernante, quien solo estuvo con ellos unos 10 minutos, y luego se marchó.
La oposición política y un grupo que representa a los familiares de las víctimas de la Covid-19 le exigen la renuncia, al igual que una buena parte de los electores, y varios diputados conservadores.
Johnson alega, sin embargo, que es necesario esperar por las conclusiones de la investigación interna que él mismo le encargó a Gray.
La Policía Metropolitana de Londres informó, por su parte, que está realizando una pesquisa aparte sobre las supuestas violaciones de la reglas sanitarias por la Covid-19 en Downing Street en los últimos dos años.
Según las reglas internas del Partido Conservador, si 54 de los 360 legisladores conservadores informan por escrito al llamado Comité 1922 que ya no confían en el primer ministro, entonces se convocaría a la bancada a una votación.
De no conseguir el apoyo de la mitad más uno de sus correligionarios (181 votos), Johnson tendría que dimitir y se abriría un concurso de liderazgo para escoger un sustituto dentro de las filas conservadoras.
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