Durante una recepción organizada por la Iglesia en la sede del patriarcado en la capital Damasco, Efrem II dijo que estas medidas exacerban el sufrimiento de un pueblo que quiere vivir en paz y seguridad.
Deploró las acciones de las fuerzas turcas y estadounidenses presentes ilegalmente en el norte y nordeste del país y consideró que las mismas privan a los sirios de los servicios básicos y provocaron el desplazamiento de miles.
Pidió a los representes de las misiones diplomáticas acreditadas en Damasco y presentes en el acto, que transmitan la realidad del impacto de estas medidas y agradeció el apoyo a la firmeza de los sirios durante los años de la guerra.
De acuerdo con el patriarca, las victorias logradas sobre el terrorismo se deben a la unidad del pueblo sirio, la valentía del ejército y la cooperación de los países amigos.
El pueblo sirio desea paz y estabilidad para todo el mundo y no quiere que ningún pueblo sufra lo mismo del terrorismo”, concluyó la máxima autoridad de la Iglesia Siríaco Ortodoxa en el Mundo.
No existen cifras actualizadas sobre el número de cristianos en Siria, pero a las autoridades eclesiásticas aseguran que más de un tercio de esta comunidad salió del país a consecuencia de la guerra.
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