La UE llama a todos los actores a la calma y la concordia y pide la liberación inmediata de las personas detenidas ilegalmente, incluido el mandatario Kaboré, enfatizó Borrell, quien abogó además por la vuelta «inmediata» al orden constitucional en el país africano.
Más adelante el máximo representante de la diplomacia europea lamentó la suspensión de la constitución y las instituciones por parte de miembros de las fuerzas armadas agrupadas bajo el llamado Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración, y recalcó su respeto a las instituciones republicanas.
La UE está «atenta» a la posición y decisiones adoptadas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, que reprobó con firmeza el golpe, con miras a encontrar una salida favorable a la situación, afirmó Borrell, quien lamentó que no prevaleciera el diálogo para buscar soluciones a los temas de seguridad nacional y la situación humanitaria del país.
El político español añadió que la ausencia del orden constitucional tendrá consecuencias inmediatas para las relaciones de la UE con la nación africana.
Desde el sábado sucedieron en Burquina Faso manifestaciones no autorizadas por el gobierno y convocadas por la sociedad civil para expresar el descontento acrecentado en los últimos meses por la espiral de violencia que vive el país.
El lunes se consumó el golpe de Estado y la junta militar que dirige ahora allí cuenta con el apoyo popular en las calles pese a la condena de la comunidad internacional que reprobó la ruptura del orden constitucional y exigió la liberación del depuesto presidente.
Burkina Faso vive una situación de violencia desde 2015 atribuida a grupos aliados de Al Qaeda y el Estado Islámico, que provocó más de 1,5 millones de desplazados internos, según el Gobierno.
El golpe de Estado es el cuarto que sufre la región de África occidental, tras los dos acontecidos en el vecino Malí en agosto de 2020 y mayo de 2021.
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