En entrevista para los medios radiales nacionales, manifestó que Moscú seguirá pidiendo a Washington que aclare su interpretación de los compromisos firmados dentro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sobre la inadmisibilidad de reforzar su seguridad a cuenta de otros Estados.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores recordó que el acuerdo que establece que “que nadie reforzará su seguridad a cuenta de la de los demás” fue rubricado por todos los presidentes de los países miembros de la OSCE, incluido el de Estados Unidos.
“Los estadounidenses dicen que el derecho a elegir una alianza es sacrosanto. Decimos que siempre que no vaya en detrimento de la seguridad de ningún otro país, ustedes lo suscribieron”, subrayó.
Advirtió que ahora Washington trata de mostrar las propuestas del Kremlin como un ultimato, mientras Moscú insta a las autoridades estadounidenses a que respondan de forma honesta cómo interpretan los documentos que su presidente firmó en el marco de la OSCE.
Lavrov aseguró que Rusia no cambiará su posición respecto a las garantías de seguridad que necesita y afirmó que no existe posibilidad de compromiso con Estados Unidos en tal sentido.
“Si ellos insisten en que no van a cambiar su posición, nosotros tampoco cambiaremos nuestra posición. Su postura solo se basa en argumentos falsos, en la distorsión directa de los hechos, mientras que nuestra postura se basa en lo que todos acordaron”, enfatizó.
El jefe de la diplomacia rusa dijo que no existe ninguna posibilidad de arreglo porque “¿qué hay que negociar si sabotean y retuercen descaradamente las antiguas decisiones? Es como una prueba clave para nosotros”.
Puntualizó que tanto Estados Unidos como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están tratando de evadir sus responsabilidades al eludir sus compromisos sobre la inadmisibilidad de reforzar su seguridad a expensas de la seguridad de los demás.
El pasado 26 de enero, Occidente entregó a la parte ruso sus respuestas escritas a las propuestas sobre garantías de seguridad exigidas por Moscú.
Washington pidió que no se hicieran públicos los documentos, pero el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, enumeraron sus puntos principales en declaraciones a la prensa.
Según sus pronunciamientos, tanto Estados Unidos como la OTAN rechazaron el requerimiento ruso de frenar la expansión de la OTAN hacia el este y acabar con la aceptación de nuevos miembros entre sus países vecinos.
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