Con banderas cubanas, flores blancas y mensajes presentados por niños, los participantes recordaron la vida, la obra y el legado del prócer independentista, ante un busto que lo inmortaliza en la plaza de América Latina, situada en la puerta de Champerret.
El acto fue encabezado por el embajador de la mayor de las Antillas Otto Vaillant y la representante permanente ante la Unesco Yahima Esquivel, con la presencia de los jefes de las misiones diplomáticas de Honduras y Venezuela, cubanos que cumplen misión oficial o residen aquí y representantes de asociaciones de solidaridad, sindicatos y partidos franceses.
En las palabras centrales del encuentro, Vaillant destacó la vigencia del pensamiento de Martí (28 de enero del 1853-19 de mayo del 1895) y la guía que representa en tiempos desafiantes.
El ideario martiano está presente en cada uno de nuestros actos, nos conduce y es un faro permanente, subrayó.
Vaillant agradeció a los amigos de Cuba en el mundo, y en particular en Francia, el acompañamiento a la isla en su lucha frente a las agresiones estadounidenses.
Somos profundamente martianos y somos también un pueblo pequeño que sabe defenderse, afirmó.
wmr