Indicó que tanto el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, como el secretario general de la Alianza, JensvStoltenberg, “fueron absolutamente inequívocos en su rechazo” a las principales preocupaciones esbozadas por Moscú.
Según el funcionario, no se puede decir que Washington y el bloque euroatlántico tuvieron en cuenta los planteamientos de Rusia en sus respuestas — aún no divulgadas de manera pública—, ni que demostraron disposición a considerar sus inquietudes.
El canciller Serguéi Lavrov advirtió que la respuesta estadounidense no contiene una reacción positiva al tema principal de la propuesta: la necesidad de impedir la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de armas de ataque que podrían amenazar a Rusia.
De manera irónica, apuntó que la posición de Washington ante los documentos presentados por su país permite confiar en el inicio de una conversación seria solo sobre asuntos secundarios.
El 26 de enero, Estados Unidos y el organismo militar entregaron a Rusia sus puntos de vista sobre la propuesta de compromisos de seguridad exigidos por Moscú y, entre otros, rechazaron su exigenciade frenar la aceptación de nuevos miembros de la Alianza entre sus países vecinos.
Según Blinken, el texto incluye las preocupaciones de la Casa Blanca, sus aliados y socios sobre las acciones de Rusia que supuestamente socavan la seguridad.
Dijo que el documento contiene una evaluación inicial y pragmática de las inquietudes planteadas por Moscú y las propuestas estadounidenses para discutir en las áreas en las que ambos países son capaces de encontrar un terreno común.
Manifestó que la postura de Estados Unidos fue coordinada con Kiev y aseguró que su nación continuará brindando ayuda militar a Ucrania con asistentes y armamento.
Sobre el tema, Stoltenberg, por su parte, indicó que la OTAN está preparada para conversar sobre las inquietudes rusas acerca de la situación en ese país.
Comentó que los miembros del bloque militar quieren restablecer el diálogo con Rusia, reabriendo sus respectivas oficinas en Moscú y Bruselas y reactivando los canales de comunicación militar ya existentes.
Según el jefe militar, la OTAN propone emprender consultas serias sobre el control de armas, incluidas las nucleares, los misiles terrestres intermedios y de alcance corto.
(Tomado de Orbe)