La Covid-19 parece ceder terreno en suelo galo, el país ya entró en la fase de la eliminación progresiva de las restricciones indicadas para frenar la pandemia y la crisis fabricada por Estados Unidos en torno a Ucrania y Rusia brinda al político de 44 años la oportunidad de resaltar como líder de talla mundial facilitador de la solución negociada.
Si bien la vida no es color de rosa para Macron, quien lidia con el 55 por ciento de desconfianza en su gestión y con más de 300 mil contagios y 300 decesos diarios por la Covid-19, puede asumirse que no tiene presión para entrar oficialmente en una liza en la que ya toda Franca sabe que está.
El jefe de Estado aseguró esta semana al diario regional La Voix du Nord que su prioridad ahora es superar la fase aguda de la pandemia y el pico de la crisis geopolítica.
“Yo le dije a los franceses que seré presidente hasta el final y que tenemos una crisis en la frontera ucraniana que amenaza la seguridad colectiva”, esgrimió a propósito de la pregunta que muchos se hacen: ¿cuándo el mandatario entrará en la campaña de cara a la cita en las urnas del 10 de abril?.
Para el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, aún no es el momento para Macron de hacerlo, aunque en la oposición acusan desde hace tiempo al mandatario de estar en modo electoral, a partir de sus giras por el país y declaraciones a los medios, e incluso, más reciente, de su labor dentro de la presidencia rotatoria francesa del Consejo de la Unión Europea.
Los sondeos coinciden en otorgar al actual jefe del Palacio del Elíseo alrededor de un 25 por ciento de intenciones de voto, que lo sitúan claro favorito para pasar al balotaje del 24 de abril, en el cual también lo dan vencedor, al margen de su oponente.
Una de las últimas encuestas, realizada por Elabe para los medios BFMTV y L’Express, ratificó la ventaja del presidente y la batalla codo a codo por la otra plaza en la segunda ronda entre la líder de la extrema derecha Marine Le Pen, con un 16,5 por ciento, y la conservadora Valérie Pécresse (16).
De acuerdo con los participantes en la pesquisa, Macron derrotaría en el balotaje a Le Pen, su rival de hace un lustro, con el 56 por ciento de respaldo y a Pécresse con el 55,5.
Por su parte, un estudio de opinión publicado hoy por Kantar Public-Epoka para el diario Le Figaro otorgó al mandatario un 39 por ciento de confianza en su labor, y aunque el 55 por ciento de los entrevistados consideró lo contrario, el apoyo alcanza un nivel bastante alto para un jefe de Estado saliente.
El poder adquisitivo representa la preocupación principal de los franceses de cara a los comicios, y si bien son muchas las inquietudes en estos tiempos para las familias, el tema no parece amenazar la tranquilidad de Macron en cuanto a su favoritismo.
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