Al menos cuatro mujeres que organizaban y participaban en protestas civiles desaparecieron.
Hace dos días arrestaron a Zahra Mohammadi y Mursal Ayar y dos semanas atrás, Tamana Paryani y Parwana Ibrahimkhil fueron sacadas a la fuerza de sus hogares.
La enviada especial de Estados Unidos para las mujeres afganas, Rina Amiri, expresó en su cuenta en Twitter que si el gobierno talibán busca la legitimidad del mundo y del pueblo dentro de Afganistán, debe respetar los derechos humanos de los ciudadanos.
Algunas activistas por los derechos de las mujeres pidieron a la comunidad internacional que tome medidas serias para liberar a las detenidas.
Por su parte, la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) publicó en Twitter: “ONU reitera su llamado para que todas las mujeres activistas y familiares desaparecidas sean liberadas”.
Las autoridades gubernamentales hasta el momento no confirman la detención de las dos últimas activistas.
Usuarios de las redes sociales lanzaron una campaña pidiendo la liberación de las mujeres detenidas.
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