El prestigioso certamen con sede en la sala AccorArena arrancó el sábado con 15 representantes de Brasil, 10 de Cuba, cuatro de Argentina y uno de Colombia en el sorteo, aunque el cafetero Francisco Balanta en definitiva no compitió este domingo, en la jornada de cierre.
Lo más destacado por la región corrió a cargo del judoca brasileño de 100 kilogramos Rafael Buzacarini, único en acceder a la discusión de las preseas, aunque cayó ante el japonés Kentaro Iida en uno de los enfrentamientos por el bronce.
Entre los hombres, el cubano Iván Felipe Silva (90) avanzó hasta el repechaje, etapa en la cual perdió por tres amonestaciones en un maratónico combate de 11 minutos con el turco Mihael Zgank.
También en la repesca quedó hoy la brasileña de más de 78 kilogramos Beatriz Souza, derrotada por la francesa Lea Fontaine, en una de las actuaciones más discretas de judocas latinoamericanos en el Grand Slam de París.
La víspera, solo el brasileño de 66 kilogramos Willian Lima alcanzó el repechaje masculino, en el que no pudo con el francés Daikii Bouba, mientras su coterránea Amanda Lima y la argentina Keisy Perafán, ambas de 48, perdieron en esa propia fase del femenino.
En declaraciones a Prensa Latina antes de comenzar la competencia, el entrenador del judo masculino cubano, Julio Alderete, y el jefe del colectivo técnico del femenino, Yordanis Arencibia, coincidieron en mencionar la preparación de los atletas como la meta central del torneo, que abrió en 2022 la presencia de la isla en los tatamis internacionales de alto nivel.
La delegación de la mayor de las Antillas espera participar además en los Grand Slam de Tel Aviv, Israel (17-19 de febrero), Tbilisi, Georgia (25-27 de marzo) y Antalya, Turquía (1-3 de abril), de cara a compromisos importantes como el Panamericano de Lima, Perú, en abril, y el Campeonato Mundial de Taskent, Uzbekistán, señalado en octubre.
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