El funcionario manifestó este lunes que Moscú no espera que se produzcan avances decisivos en la condición en torno a Ucrania tras el diálogo de ambos mandatarios.
“Por supuesto, la situación es demasiado compleja para esperar avances decisivos en una sola reunión”, expresó el portavoz ante una pregunta sobre la posibilidad de que el encuentro de Putin y Macron sirva para disminuir los temores de Occidente sobre la situación en Ucrania.
«Sabemos, y el propio Macron se lo dijo a Putin, que viaja con ciertas ideas sobre una búsqueda de posibles opciones para rebajar las tensiones en Europa y tiene intención de compartir esas ideas con Putin”, subrayó Peskov, según la agencia de noticias TASS. En declaraciones anteriores, señaló que los jefes de Estado intercambiarán sobre las posiciones de Moscú y París con respecto a las propuestas de garantías de seguridad presentadas por la nación euroasiática.
“Putin estará dispuesto a continuar la discusión que él y Macron iniciaron durante varias conversaciones telefónicas en los últimos días, para exponer nuestras preocupaciones, nuestra visión de la situación y nuestra comprensión de lo que hemos recibido como respuesta de Estados Unidos y la OTAN”, declaró.
Según Peskov, los jefes de Estado deben abordar también las relaciones bilaterales, que la parte rusa considera muy importantes.
El pasado 31 de enero, el presidente ruso y su par francés acordaron por teléfono la posibilidad de trabajar sin demora para organizar una reunión personal.
Los mandatarios continuaron el diálogo iniciado el 28 de enero sobre la situación en Ucrania y las cuestiones relacionadas con la provisión de garantías jurídicas de seguridad a largo plazo a Moscú, a partir de sus propuestas a Estados Unidos y la OTAN.
Según el comunicado del Kremlin, Putin volvió a exponer en detalle los enfoques de principio vinculados con las propuestas dadas a conocer a Washington y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a mediados de diciembre.
Antes, el mandatario ruso confirmó que su país estudiaría con cuidado las respuestas escritas de Occidente a sus proyectos de acuerdos y luego Moscú definiría las acciones posteriores.
Subrayó que ni Estados Unidos ni la OTAN tuvieron en cuenta las preocupaciones fundamentales de Moscú en esos documentos y puso como ejemplo la necesidad de impedir la expansión de la alianza atlántica y el despliegue de sistemas de armas de ataque cerca de las fronteras rusas.
jf/mml