El procedimiento consistió en la colocación de electrodos emisores de pulsos eléctricos sincronizados y capaces de simular las señales emitidas por la médula espinal la que, a su vez, crea un vínculo entre el cerebro y los miembros inferiores, detalló el medio.
Los electrodos están igualmente conectados a una computadora con un sistema de inteligencia artificial cuya función es provocar los impulsos necesarios para la locomoción.
Los autores de la investigación, que demandó años de indagaciones en monos y ratones, son el neurocientífico Grégoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana y la neurocirujana Jocelyne Bloch, del hospital universitario de esa misma urbe.
Una de las novedades del ensayo clínico es que se logró estimular los músculos del abdomen y la espalda baja, además de los de las piernas.
Asimismo, los electrodos y los cables conectados fueron diseñados específicamente para el estudio y en correspondencia con las peculiaridades de cada paciente.
Gracias a la innovación, los operados pudieron volver a ponerse de pie inmediatamente después de la intervención quirúrgica.
oda/ifs