De acuerdo con el ejecutivo encabezado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, desde el 5 de febrero último, barcos militares salvadoreños arriban a menos de 30 millas de distancia de sus costas y permanecen en dicho lugar tras reclamar jurisdicción sobre los espacios marítimos.
A su juicio, ese requerimiento carece de respaldo geográfico, histórico o jurídico, sobre todo, porque no comparten límites en el Océano Pacífico con el mencionado país, protagonista de actividades hostiles en una región económica exclusiva de Nicaragua.
En este sentido, hace un llamado a El Salvador para que cese de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial y someta su presunta disputa de límites ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), autoridad competente para la resolución del diferendo.
La posición histórica de San Salvador desconoce el derecho de Honduras sobre la boca del Golfo de Fonseca y, por ende, también en las aguas fuera del mismo en el Océano Pacífico, de ahí que Managua suscribiera el 27 de octubre último un tratado de límites con el país fronterizo, refiere la nota.
Según trascendió en aquella oportunidad, Nicaragua firmó el convenio para que el pueblo hondureño obtuviera una parte de esa área marítima, cuestión reconocida incluso por la CIJ y llamó a El Salvador a mantener esos espacios como zonas de paz, desarrollo sostenible y seguridad.
La actual invasión, apuntó el comunicado, constituye un gesto de rechazo a la invitación realizada con anterioridad y busca ponerle fin violentamente al Tratado de Límites, suscrito en octubre de 2021 y ratificado ya en los parlamentos de las naciones involucradas.
“Como es del conocimiento de la comunidad internacional tenemos una larga tradición de resolver cualquier diferendo por medios pacíficos y permanecemos fiel a nuestro compromiso”, enfatizó por último el comunicado del ejecutivo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
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