Ante la creciente amenaza de la agrupación terrorista Estado Islámico (Daesh en árabe) en la extensa región desértica de Al-Badieh, los aviones de combate rusos y sirios aumentaron sus incursiones aéreas coordinadas contra cuarteles y posiciones de este grupo inscrito en la lista del terrorismo internacional.
En el mismo contexto, imágenes difundidas por medios de prensa mostraron a oficiales rusos asesorando a militares sirios en el uso de nuevas armas y tácticas de lucha contra el Daesh, cuyo resurgimiento lo atribuyen Moscú y Damasco a Estados Unidos, que pretende mantener inestable al país árabe para justificar la permanencia ilegal de sus tropas en el nordeste y este del territorio nacional.
Asimismo, unidades rusas y sirias realizaron recientemente maniobras con armas reales, en la localidad de Tel Temer, en la provincia nororiental de Hasakeh, cerca de la frontera con Turquía.
En estos ejercicios, se emplearon vehículos bélicos pesados con cobertura de cazas y helicópteros, y se efectuaron cerca de las líneas de choque con las fuerzas turcas y las milicias armadas locales que patrocinan en esta zona.
De igual manera, Rusia reforzó su presencia en las bases aéreas de Tabqa en la provincia de Raqa y en el aeropuerto internacional de Qamishli en la provincia de Hasakeh en el nordeste del país.
Tanto las maniobras como la creciente actividad militar rusa en esta zona apuntan, según analistas, a frenar el expansionismo de Estados Unidos y desenmascarar sus intenciones de saquear las riquezas naturales de esta nación árabe y apoyar las tendencias separatistas.
También llevan un mensaje disuasivo a Ankara que anunció repetidamente su intención de lanzar una nueva operación militar contra las milicias kurdas, encabezadas por las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria.
Los tropas rusas presentes desde 2019 en esta zona, interceptaron en varias ocasiones convoyes del Pentágono, obligándoles a retroceder. Ambas potencias se han mostrado desafiantes, midiendo fuerzas entre las partes, en escenas nunca antes vistas desde la Segunda Guerra Mundial.
A lo anterior, se añaden las recientes patrullas de aviones de combate rusos y sirios que se efectúan por primera vez en el sur del país incluso cerca del Golán sirio ocupado por Israel.
Los aviones simularon un lanzamiento de misiles contra objetivos aéreos y destruyeron blancos terrestres hostiles, mientras ambos aliados aseguran estar decididos a realizar tales maniobras de forma regular en el futuro.
Medios israelíes consideraron las maniobras como un mensaje a Tel Aviv de que Rusia rechaza las agresiones aéreas contra los aliados de Damasco en el territorio sirio.
En una acción de igual significado, uniformados sirios e integrantes de la policía militar rusa comenzaron a patrullar las instalaciones del puerto comercial de la ciudad costera de Latakia que fue blanco en dos ocasiones de ataques israelíes en diciembre pasado.
Esta presencia apunta a asegurar y proteger el puerto y disuadir cualquier agresión contra sus instalaciones, y es, según varios medios, un mensaje claro a Israel que cualquier nuevo ataque equivaldría una acción hostil contra los soldados rusos.
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