Un análisis en el sitio digital https://observatoriocrisis.com sostiene que la rivalidad económica y bélica estadounidense tiene como objetivo mantener a Europa y a sus aliados asiáticos dentro de su órbita económica.
En ese sentido, apuntó, se exige “a Alemania, y a otros aliados, que impongan sanciones dirigidas contra el bienestar económico de sus propias naciones al impedirles comerciar con países fuera de la órbita del área del dólar estadounidense”.
Suscrito por Michael Hudson, un economista estadounidense, exasesor de Wall Street, el informe precisó que las sanciones de hoy están dirigidas a evitar que los aliados occidentales de Washington se abran más al comercio y las inversiones con Rusia y China.
El objetivo, precisó Hudson, no es tanto aislar a esos dos países sino mantener a sus “aliados” firmemente dentro de la órbita económica de Estados Unidos. Para eso sus aliados deben renunciar a los beneficios de importar gas ruso y productos chinos, y deberían comprar gas licuado estadounidense a precios mucho más altos, opinó.
Sin embargo, apuntó, lo que preocupa a los estadounidenses, y a su brazo armado, la OTAN, es que Alemania, y muchas naciones a lo largo de la ruta de la Franja y la Ruta de la Seda comprendan que puedan obtener grandes ganancias al abrirse al comercio y la inversión pacífica.
Valoró el experto que Francia crítica los acuerdos comerciales favorables a Estados Unidos que imponen costos crecientes a Europa mientras se les niega las ganancias de un comercio con Eurasia. Por esta misma razón Alemania se resiste a que se prescinda del gas ruso bloqueando el gasoducto Nord Stream 2, subrayó.
Hudson aseveró que ya Washington no tiene el poder monetario y el superávit comercial que le permitió elaborar las reglas de comercio e inversión del mundo desde 1945.
La amenaza para el dominio estadounidense, subrayó, es que China y Rusia ofrecen mejores oportunidades comerciales y de inversión que las de Estados Unidos.
El ejemplo más evidente es la campaña para impedir que Alemania autorice el gasoducto Nord Stream 2 que le daría seguridad energética desde Rusia.
La política de la Casa Blanca busca que Europa tenga que aceptar el aumento de los precios de la energía y de los productos agrícolas al dar prioridad a las importaciones desde los Estados Unidos y renunciar a los vínculos con Rusia, Belarús y otras naciones fuera del área del dólar, estimó el analista.
Con estas políticas, sostuvo Hudson, Estados Unidos daña las economías de sus aliados, no las de Rusia y China, a la vez que desestabilaza su crecimiento económico e independencia política.
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