Advirtió en declaraciones que reproduce la prensa nacional mexicana, que el gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, “defenderá los intereses de España ante cualquier circunstancia y ante cualquier país”.
En México se interpretan esas palabras como una defensa ante las acusaciones de López Obrador a la empresas españolas Iberdrola, Repsol y OHL ampliamente beneficiadas por los gobiernos neoliberales de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en sus políticas de privatización.
Al ser preguntado por la “pausa” en las relaciones a la que aludió el mandatario mexicano en su rueda de prensa, el ministro español comentó que “entiendo que se han hecho en un contexto informal a la pregunta de un periodista y, por supuesto, no suponen una posición oficial comunicada. De hecho, el gobierno español no ha recibido ninguna traducción oficial”.
El presidente mexicano planteó hacer una “pausa” en la relación con España, al menos hasta el final del sexenio, por considerar que empresas de aquella nación han actuado de manera ventajosa, al amparo del poder político.
Aclaró que se trataba de un planteamiento público, no de una declaración diplomática formal del gobierno de México.
“Como que necesitamos un respiro; no hay que enojarse, es nada más irnos despacio, ya lo dije, una pausa, nos conviene una pausa un tiempo… Es un comentario, una plática, para que la gente tenga todos los elementos”, precisó.
El planteamiento lo hizo cuando, al abordar el tema de reforma constitucional en materia eléctrica, introdujo el tema de las empresas españolas que han saqueado el país con contratos leoninos, y a renglón seguido hizo el comentario de la pausa en las relaciones bilaterales.
Queremos, dijo, buenas relaciones con todos los gobiernos, con todos los pueblos del mundo, pero no queremos que nos roben, así como los españoles no quieren que lleguen de ningún país -y hacen bien- a robarles, pues tampoco queremos nosotros que nos roben”.
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