Major, quien ocupó el cargo entre 1990 y 1997, dijo que Johnson y sus asesores infringieron la ley, y luego se inventaron excusas descaradas y enviaron a los ministros del gabinete a “defender lo indefendible”.
Esto ha hecho que de forma colectiva el Gobierno se vea sospechoso, y la confianza en nosotros y nuestra reputación se están resquebrajando a nivel internacional, afirmó el político, quien agregó que la influencia del Reino Unido también se ha debilitado debido al comportamiento de las autoridades actuales.
Según Major, Johnson y su Gobierno no solo desafían la ley, sino que también parecen creer que ellos, y solo ellos, dijo, no tienen por qué obedecer las normas, tradiciones y convenciones de la vida pública.
Johnson se enfrenta la peor crisis de su mandato tras revelarse que tanto él como sus ayudantes hacían reuniones sociales y cumpleaños en la residencia oficial cuando el país estaba bajo un confinamiento estricto por la Covid-19. El gobernante pidió perdón en el Parlamento después que una investigación interna confirmó la celebración de al menos una docena de fiestas, pero se niega a renunciar, como le exigen la oposición, la mayoría de los electores y varios diputados conservadores.
El reporte elaborado por la funcionaria pública Sue Gray concluyó que en los eventos celebrados en 2020 y 2021 en Downing Street número 10 hubo graves fallas de liderazgo y de juicio.
La Policía Metropolitana también inició una investigación independiente para determinar si se violaron las regulaciones sanitarias vigentes entonces por la Covid-19, lo que podría suponer multas de hasta 10 mil libras esterlinas (alrededor de 13 mil dólares) para los infractores.
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