La conversación telefónica tendrá lugar en medio de las cada vez más crecientes tensiones entre las dos potencias por Ucrania y ante las acusaciones de Washington sobre una “amenaza inmediata de una posible invasión militar rusa” a su vecino, una opción desmentida por Moscú y a la que Kiev tampoco dio crédito en su momento.
Aunque Sullivan dijo a los periodistas este viernes que no tiene precisiones acerca de la fecha de la plática, la cadena CNN reportó que ambos líderes hablarán mañana.
Pese a que varios observadores señalan que Rusia tiene derecho –incluso lo reiteró el Kremlin- a mover sus tropas internamente como estime, Estados Unidos insiste en lanzar acusaciones contra Moscú por acumular “suficientes fuerzas en la frontera con Ucrania” para lanzar una «acción militar importante” sobre ese país.
El gobierno del presidente Joe Biden instó a los estadounidenses a salir inmediatamente de Ucrania en las próximas 24 a 48 horas y que trabajan para “reducir su huella en la embajada en Kiev”.
Biden sostuvo este viernes una videollamada con los líderes de Canadá, Alemania, Francia, el Reino Unido, Polonia, Italia y Rumanía durante la cual el tema central fue Rusia y su supuesta concentración militar en la línea fronteriza.
El mandatario demócrata, quien habló por última vez con Putin a finales de diciembre, tiene previsto pasar el fin de semana en el rancho de Camp David.
Los últimos meses, la mansión ejecutiva ha tratado de sembrar la matriz de opinión sobre la supuesta agresión rusa y Biden ha subido el tono de su retórica.
El ocupante del Despacho Oval amenazó a Putin de que Rusia se enfrentaría a graves consecuencias económicas si invade Ucrania, en forma de sanciones globales.
Mientras, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ordenó el despliegue de otros tres mil soldados más de la 82° División Aerotransportada en Polonia, los que se unirán a unos mil 700 miembros de la unidad que ya están allí.
También llegaron a Alemania 300 efectivos del 18º Cuerpo Aerotransportado, dijo el funcionario.
Este grupo de cinco mil soldados «tranquilizará a nuestros aliados de la OTAN, disuadirá cualquier posible agresión contra el flanco oriental de la Alianza Atlántica, se entrenará con las fuerzas del país anfitrión y contribuirá a una amplia gama de contingencias», enfatizó Austin, según la CNN.
Estados Unidos incrementó además su presencia en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo con más buques de guerra, de acuerdo con informes difundidos la víspera por la Marina.
Algunos analistas opinan que sería un gran error para Estados Unidos enrolarse en una nueva guerra.
El congresista Ron Paul alertó que los políticos estadounidenses hablan de la concentración de tropas de Moscú en la frontera ucraniana, pero omiten el hecho de que esas fuerzas están en realidad dentro de Rusia.
Con las tropas de Estados Unidos en unos 150 países en el extranjero, uno pensaría que Washington podría detenerse antes de criticar la “agresión” de las fuerzas dentro de las propias fronteras de un país, concluyó.
La editora de la revista The Nation, Katrina vanden Heuvel, exhortó a “poner más atención en ver cómo podemos salir de estos conflictos (…) en lugar de toda esta retórica sobre más concentración militar en la frontera”.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dejó claro el pasado 28 de enero que su país no quiere guerras, pero tampoco permitirá que se ataquen de manera brutal sus intereses de seguridad.
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