Este proceso comenzó el 17 de enero pasado y se extenderá hasta el próximo 20 de marzo, y abarcará los más de cuatro mil centros de trabajo de la demarcación, comentó aquí una fuente sindical.
Osmar Ramírez, secretario general de la filial en Matanzas de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), catalogó de relevante proceso político este programa de encuentros.
Pretende, destacó, buscar en cada unidad o empresa el compromiso de los empleados para satisfacer las cifras de producción de bienes y de servicios con el máximo de eficiencia posible.
Ramírez llamó a despojar estas asambleas de toda formalidad, a asegurar la presencia de los directivos de la administración y a escoger el mejor momento del día para que los intercambios surtan el efecto esperado.
El dirigente de la CTC insistió en que, por sobre todas las cosas, estos encuentros aporten a movilizar las reservas productivas en un territorio de importancia nacional para crecer en la economía.
Ramírez reflexionó sobre la conveniencia de utilizar con acierto a los innovadores para hacer frente al déficit de piezas de repuesto carencias provocadas, subrayó, “por el genocida bloqueo de Estados Unidos y los problemas subjetivos que dependen de la actuación de las personas”.
La CTC precisó que se efectuarán en total cuatro mil 371 asambleas de afiliados y de representantes, en un momento donde varias legislaciones impactan en el escenario ocupacional.
Rogelio Leyva, al frente de la Esfera de Asuntos Laborales, por su parte, destacó que este proceso legitima que en el Socialismo los trabajadores son los dueños de los medios de producción.
Explicó que tal y como se expresa en la Constitución, los obreros cubanos participan en la preparación, ejecución y control de los planes, propósitos también refrendados en el Código de Trabajo.
Leyva insistió en convertir el programa asambleario en todo un acontecimiento, por su influencia en la producción de bienes y servicios y en los ingresos de sus ejecutores.
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