La zona comprende mil 223 hectáreas de ecosistemas frágiles altoandinos que se incorporaron al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Con la declaratoria, las autoridades podrán promover planes para conservar páramos, humedales, herbazales y especies endémicas de flora, mamíferos, aves, reptiles y anfibios dentro de la Subcuenca del río Tomebamba, indicó el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
“El Gobierno del Encuentro decretó la Transición Ecológica para impulsar acciones como esta, que son fundamentales para el desarrollo del país y además son el resultado de un trabajo conjunto entre el gobierno central y seccional. Somos un país pequeño pero grande en biodiversidad», advirtió el titular del sector, Gustavo Manrique.
Sobre la nueva área, ratificó el compromiso de conservar el importante nivel de endemismo de especies existentes en Curiquingue-Gallocantana, que consta de 21,65 por ciento de flora, 13,51 de mamíferos, 6,6 de aves y 76,92 de anfibios y reptiles, únicos en el mundo.
De su lado, Matías Abad, gobernador de Azuay, provincia donde se ubica la zona, agradeció el acompañamiento de la cartera de estado en todo este proceso y reiteró la voluntad de proteger el ambiente, el agua y las especies.
Curiquingue-Gallocantana, parte del corredor biológico natural entre el Parque Nacional Cajas y el Bosque Protector Machángara-Tomebamba, aportará a la conectividad de los ecosistemas y se suma como una nueva Área Núcleo de la Biosfera Macizo del Cajas, lo cual contribuye al desarrollo sostenible de la región.
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