De acuerdo a activistas citados por el portal de noticias Athr Press, el bombardeo ocurrió contra las inmediaciones de la ciudad de Ain Issa en el noroeste de la provincia de Hasakeh, a unos 700 kilómetros al nordeste de esta capital.
Los ataques turcos en estas zonas ocasionaron hasta la fecha el desplazamiento de los pobladores de al menos 30 localidades hacia zonas seguras.
Por otro lado, la artillería emplazada en las bases turcas en el norte de la provincia de Alepo abrio el fuego contra siete localidades del municipio de Efrín dejando daños materiales en las casas y propiedades de los civiles y también en las tierras agrícolas.
Turquía controla desde 2018 zonas en el norte de Siria, particularmente en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh, donde apoya públicamente la llamada agrupación “Ejército Nacional” y otras organizaciones calificadas de terroristas por Damasco.
En estas zonas, continuos choques se producen entre las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), aliadas de Washington, y los militares turcos y sus grupos, lo cual causa bajas civiles y pérdidas materiales.
El gobierno sirio denunció en varias ocasiones esa presencia, la calificó de ocupación y aseguró que impide la liberación completa de su territorio del terrorismo.
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