Al mismo tiempo que esas áreas se confirman como pilares de la soberanía nacional, el cerco económico, comercial y financiero de Washington obstaculiza su progreso, indicó la legación cubana en un comunicado de prensa.
“Tales repercusiones se evidencian en el grupo empresarial BioCubaFarma, responsable de la producción de medicamentos, equipos y servicios de alta tecnología para el mejoramiento de la salud humana, la generación de bienes y servicios de exportación y la producción de alimentos con tecnología de punta.”
El efecto del bloqueo en la industria biotecnológica y farmacéutica de la isla no sólo afecta a los cubanos, también priva a los estadounidenses, entre otros, de recibir los beneficios de los productos biotecnológicos y farmacéuticos desarrollados en el país caribeño, señala el texto.
Al respecto, se refirió a medicamentos cubanos de reconocimiento internacional, como HEBERPROT-P, GAVAC o Proctoquinasa, que no pueden ser exportados a Estados Unidos por las restricciones impuestas por el cerco económico, comercial y financiero.
De acuerdo con la misión de Cuba ante la ONU, la imposibilidad de entrar esos productos al mercado norteamericano ocasionó al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología pérdidas millonarias relacionados con los ingresos por la no exportación de bienes y servicios.
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