En la primera jornada de premiaciones, celebrada este 16 de febrero, la actriz Meltem Kaptan, quien interpreta el rol protagónico, obtuvo el Oso de Plata en actuación, mientras la guionista Laila Stieler recibió la distinción por su libreto.
En la segunda parte de la gala de reconocimientos la producción inspirada en la historia del preso Murat Kurnaz recibió el Premio Gilde, concedido por la Asociación Alemana de Cines de Arte.
La cinta recrea las vivencias del reo, quien permaneció en la cárcel estadounidense, entre 2002 y 2006, sin que existiera acusación alguna en su contra.
De acuerdo con Dresen, el interés por esta historia surgió cuando Kurnaz salió de la prisión, estuvo al tanto de las entrevistas difundidas por la televisión y leyó su libro: Cinco años de mi vida, el cual conmocionó al realizador.
El filme toma como hilo conductor la perspectiva de la madre del recluso (Rabiye), una mujer que luchó por su hijo hasta que lo trajo de regreso a Alemania, y cuyo relato aporta esperanza en medio de la crueldad sufrida por Kurnaz.
Rabiye es alguien a quien generalmente podrías llamar una mujer común, pero a la hora de velar por sus hijos posee una fuerza impresionante, detalla la página web de la Berlinale, al tiempo que recuerda los sucesos que marcaron el destino de Murat.
«Poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, Kurnaz es acusado de terrorismo y es enviado al campo de prisioneros de Guantánamo, lo cual impulsa el viaje al corazón de la política mundial para la mujer germano-turca», apunta la presentación del audiovisual.
Junto con el abogado de derechos humanos Bernhard Docke, interpretado por Alexander Scheer, la madre (Meltem Kaptan) lucha por la liberación de su hijo hasta llegar a la Suprema Corte en Washington, Estados Unidos.
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