Hasta ahora, la emergente figura del PP, vista por algunos como alternativa a Pablo Casado, líder de la agrupación, en un futuro no muy lejano, está en el centro del escándalo, pero aparentemente sin menoscabar su prestigio.
El asunto gira en torno a las sospechas de la concesión de contratos en beneficio del hermano de Díaz Ayuso, con ciertas irregularidades que provocaron acciones de la dirección nacional del PP exigiendo explicaciones.
Precisamente desde las oficinas centrales de ese partido, en la calle Génova de esta capital, se sostiene que toda la dirigencia de la organización conocía de las sospechas en el caso del hermano de la jefa de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, pesos pesados del partido como los presidentes de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; y de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, solicitaron explicaciones tras filtrarse ayer la información sobre un presunto espionaje a Díaz Ayuso a través del Ayuntamiento de Madrid.
Esa acción puesta en tela de juicio de forma pública, es negada tanto por el alcalde de la principal urbe española, José Luis Martínez-Almeida, como la dirigencia del PP.
Díaz Ayuso señaló sin remilgos a la dirección nacional del PP por fabricar presuntos actos de corrupción contra ella sin pruebas.
«No puede haber algo más grave que acusar a alguien de la propia casa, con responsabilidades de gobierno, de corrupción y hacerlo sin pruebas metiendo por medio a mi familia que nada tiene que ver. La familia es lo más importante que tenemos», remarcó ante la prensa local en la Real Casa de Correos.
Según la agencia Europa Press el exministro de Justicia Rafael Catalá fue quien avisó a Díaz Ayuso, de que querían investigar a su hermano para saber si tuvo algo que ver en la concesión de un contrato público sanitario.
Entre los temas en el candelero, aparece el supuesto de que se pidió a un despacho de detectives investigar al hermano de la titular madrileña para intentar acreditar su mediación en un contrato público.
De manera todavía más vertical, profundizando las escisiones dentro de su propio partido, Díaz Ayuso aseguró que “las declaraciones que durante toda la mañana están publicando los medios y que provienen del entorno de Pablo Casado y que él no desmiente, son lo peor que se puede esperar de los políticos y, además, lo hace desde el anonimato”.
“Que la oposición me ataque es lógico, pero que lo haga la dirección de mi partido porque quiero presentarme al Congreso del PP de Madrid es insensato», expresó.
Otros trascendidos indican que la organización tuvo conocimiento sobre presuntas comisiones en contratos sanitarios cobradas en el entorno de la presidenta madrileña y en septiembre Casado alertó a Díaz Ayuso sobre esta información.
El día 20 de octubre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se reunió con la presidenta madrileña y le pidió información de estos contratos, que Díaz Ayuso nunca envió.
García Egea es ahora la cara más visible del escándalo y fue emplazado por la extitular de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, quien le exigió la renuncia.
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