Etiopía debió proporcionar a las otras partes suficiente información del caudal de agua que saldrá por la parte posterior del embalse para saber si los nuestros podrán absorberlo y adoptar precauciones, dice el texto del ministro de Recursos Hidráulicos sudanés, Daw Al-Bait Abdul-Rahman.
El titular, que calificó el comienzo de funciones de la represa de «inaceptable», afirma que las partes involucradas en la cuestión, deben comenzar de inmediato conversaciones “para alcanzar una visión unificada sobre la GERD.
Sudán y Egipto critican la construcción de la gigantesca presa porque consideran que disminuirá el caudal el río Nilo que pasa por sus territorios y que, en el caso del primer país, es imprescindible para suministro a su población y la actividad económica.
De su lado, Etiopía califica el embalse de vital para su desarrollo económico pues proveerá electricidad suficiente para su consumo interno y dejará un margen para exportar.
La GERD, la mayor hidroeléctrica de África, fue inaugurada el domingo pasado por el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y de inmediato comenzó a general energía.
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