Biden dijo estar “siguiendo los acontecimientos, y que fue informado por su equipo de seguridad nacional en la Casa Blanca”.
Además de Estados Unidos, el grupo de las economías más industrializadas (G-7) lo integran Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido.
Según el diario The Hill, el gobernante informó que coordinará con los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “una respuesta fuerte y unida que disuada cualquier agresión contra la Alianza».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este jueves una operación militar especial a petición de las repúblicas autónomas de Donbass y subrayó que su país no tiene planes de ocupar territorios ucranianos.
El 21 de febrero el mandatario aprobó el reconocimiento por parte de Rusia de la soberanía de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Moscú insiste en que siguen abiertas las opciones para que triunfen la diplomacia y el diálogo, pero no permitirán un nuevo derramamiento de sangre en Donbass.
El gobierno de Biden, en coordinación con los aliados europeos, reveló el martes un primer paquete de sanciones y también amenazó con imponer controles de exportación que impidan a Rusia adquirir tecnologías de Estados Unidos.
Aunque Biden prometió que no enviaría fuerzas estadounidenses para participar directamente en el conflicto, sí continúa su ayuda militar a Ucrania. A principios de esta semana, el Pentágono trasladó tropas para reforzar los Estados Bálticos y el flanco oriental de la OTAN.
Entretanto, un agravamiento de la crisis podría infligir graves daños económicos a nivel internacional.
Rusia es el tercer productor de petróleo del mundo, el segundo mayor de gas natural y proveedor por excelencia de este rubro a Europa, mientras Ucrania es el quinto exportador de trigo a nivel global.
Un incremento de las tensiones y las sanciones podrían provocar el alza del precio del petróleo hasta 140 dólares por barril -el crudo Brent internacional superó los 100 dólares este jueves- y forzar la subida del costo del gas natural, estiman expertos.
También se habla de que se dispararía unos dos puntos porcentuales la inflación anual en los países ricos, una mala noticia para Estados Unidos que ya vive los peores registros desde 1982.
Para algunos observadores políticos la pregunta clave ahora es: ¿qué papel ha desempeñado Estados Unidos en la crisis de Ucrania?, porque sería irresponsable –aseguran- hablar de paz y canales diplomáticos por un lado mientras echan leña al fuego por el otro.
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