Suspender la emisión de visados a personas y organizaciones rusas, congelar los activos de las instituciones financieras y restringir la exportación de productos de alta tecnología conforman el paquete adicional de sanciones, precisó Kishida en conferencia de prensa.
El primer ministro calificó las acciones del Kremlin como “inaceptables” en materia de seguridad nacional para Japón, en tanto “sacuden los cimientos del orden internacional”.
Kishida evitó especular sobre el futuro de las negociaciones territoriales entre Tokio y Moscú a raíz de la postura asumida por su gobierno en el conflicto ruso-ucraniano.
También acotó que, por el momento, las relaciones comerciales dentro del sector energético escapan a las sanciones establecidas en coordinación con Estados Unidos, otros países del Grupo de los Siete y naciones europeas.
Ante las preocupaciones internas sobre el alza del precio del petróleo, el primer ministro japonés explicó que reforzarán en gran medida el programa nacional de mitigación de cambios drásticos, cuyas cláusulas podrían incluir una reducción del impuesto sobre la gasolina.
Respecto al abastecimiento de crudo “no habrá ninguna interrupción importante inmediata del suministro estable de energía”, aseguró, aunque, si fuera necesario, liberarían las reservas mediante la cooperación internacional.
Después de las declaraciones de Kishida, el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, anunció la entrada en vigor de la congelación de los activos del Banco de Desarrollo de Rusia, el Promsvyazbank y el Banco de Rusia.
El pasado miércoles, el gobierno nipón presentó el primer grupo de sanciones mediante las cuales prohibió la emisión y negociación de nuevos bonos soberanos rusos en la nación asiática, suspendió el comercio con las repúblicas de Donetsk y Lugansk así como la entrega de visas oficiales y congeló sus activos.
Por otro lado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, destacó recientemente que asegurar la capacidad defensiva del país es la tarea más importante para el Estado pese a las amenazas y medidas coercitivas promovidas por Occidente.
En ese sentido, es necesaria la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, así como la protección de los ciudadanos de Donbass, señaló el mandatario.
El Kremlin ha advertido en reiteradas ocasiones sobre los peligros que supone la actividad militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la región y en las inmediaciones de las fronteras rusas.
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