Nos reciben, majestuosos, los 167 arcos del espectacular acueducto del Imperio romano, una puerta de entrada que hace más atractiva la visita. Levantado con enormes bloques de piedras montadas unas encima de otras, sin argamasa, revela los artificios de sus constructores a inicios del siglo II de nuestra era.
La obra se remonta, aparentemente, entre los finales del gobierno del emperador Trajano y los comienzos de Adriano. Conduce las aguas del manantial de la Fuenfría en un recorrido de más de 15 kilómetros antes de llegar a la pequeña urbe de casi 52 000 habitantes.
Las rocas son sillares de granito, cada una con un agujero que permitía el traslado debido a su considerable peso. Cuenta la leyenda que la ciudad fue fundada por Hércules, pero en la vida real tiene dos capítulos bastante relevantes.
El poeta Antonio Machado dejó un legado imperecedero en la urbe, lo que ahora se conoce como su casa museo. Allí habitó de 1911 a 1932, en la denominada pensión de doña Luisa.
Patrimonio de la Humanidad desde 1985, la distingue la llamada Dama de las catedrales de España, joya gótica de ciertos aires renacentistas, correspondiente a los siglos XVI y XVIII.
La Santa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos de Segovia, constituye un valor añadido a las múltiples atracciones de la zona, famosa también por la gastronomía y, en especial, su platillo estrella, el cochinillo (cerdo joven); judiones de la granja, cordero asado, chorizo cantimpalos y, de postre, torrijas con helado.
El alcázar de Segovia, palacio real en lo alto de una roca entre los ríos Eresma y Clamores, se erige como otra de las piezas exquisitas de la ciudad.
Fue edificado en el siglo XII y se le considera uno de los castillos medievales más auténticos del mundo, además de sus funciones multifacéticas a lo largo de la historia: fortaleza, prisión del Estado, castrum romano. Algunos afirman que Walt Disney se inspiró en la instalación para crear la de La Cenicienta.
Por cierto, en una escultura de Antonio Machado en la Plaza Mayor se deja ver un poema con la frase: “Verdad que el agua del Eresma nos va lamiendo el corazón… ¡Torres de Segovia, cigüeñas al sol!
Hay otro detalle no menor muy cerca, una placa en la que reza la siguiente inscripción: “el 13 de diciembre de 1474, en el atrio de la iglesia de San Miguel, la ciudad de Segovia proclamó reina de Castilla a Isabel la Católica”.
Vías empedradas, callejones pintorescos que acogen viviendas de corte medieval, junto con la Casa de los Picos, la Alhóndiga, el Torreón de Lozoya y la iglesia de San Martín, completan a priori uno de los sitios más agradables de España, para disfrutar en un día de domingo.
(Tomado de Orbe)