De acuerdo con el economista Ernesto Bazán, un peso fundamental en ese propósito corresponderá más el Estado que a la inversión privada, a lo que se suma la reforma del programa Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social (CSS).
El analista indicó al diario La Estrella de Panamá que aunque el auge del Producto Interno Bruto previsto para este año estaría entre un siete y un nueve por ciento, eso no lo siente el ciudadano de a pie.
La desocupación llegó en diciembre pasado al 11 y hasta un 18 por ciento, según estadísticas conservadoras, pero Bazán estimó que podría ser y hasta del 20 por ciento y alertó que esas cifras deben atenderse con un plan de inversión pública que encienda el motor económico del país canalero.
“La tasa de desempleo es un mejor indicador de la capacidad de gasto que tienen las familias”, aseveró.
Según el especialista, en los últimos tres años el sector de minería representaba para Panamá el dos por ciento del crecimiento del PIB y hoy significa el nueve por ciento y podría sobrepasar el 10 por ciento.
Sin embargo, agregó, hay un efecto rebote por los negocios que están abriendo luego del efecto de la pandemia de Covid-19, pero eso no significa nuevas contrataciones. El crecimiento económico no necesariamente impacta en mayor empleo, aclaró.
Recordó además que la esferas de la construcción, inmobiliaria, el comercio minorista y turismo han sido golpeadas con la Covid-19 y no están en condiciones de invertir.
Si es cierto que el Estado puede tener un rol indirecto de generación de empleo, no contratando burócratas, pero sí a través de las inversiones en infraestructura: carreteras, líneas de metro, puentes, hospitales, escuelas, opinó.
Acerca de la reestructuración del programa Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social(CSS), el investigador explicó que es urgente resolver algo que está en quiebra.
Eso significa que va a llegar el día en que no habrá dinero para pagar a los pensionados y lo vamos a tener probablemente dentro de dos años si no hacemos nada, remarcó. “Hoy en día la CSS se ha convertido en un botín político”, denunció.
De otra parte, auguró que de emporar la actual situación entorno al conflicto bélico entre Ucrania, Rusia y la Organización del Atlántico Norte, sumado Estados Unidos, ello traerá al istmo mayor inflación y la subida del precio de alimentos y bienes en general.
Al darse un conflicto armado, concluyó, es obvio que habrá bloqueos que reduzcan el intercambio y comercio y subirán los precios y nosotros somos tomadores de precios.
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