Los extremistas de la llamada Junta para Liberación del Levante trasladaron estos contenedores, que podría contener cloro, a la localidad de Kafer Lossen cerca de la línea del frente con los militares sirios, informó el contralmirante Oleg Yuraflif, subjefe del Centro de Reconciliación de Rusia.
Aclaró el oficial de la base de Hemeimim en la provincia costera de Latakia que 15 terroristas del referido grupo, inscrito en la lista del terrorismo internacional, sufrieron quemaduras por la filtración de gas tóxico de uno de los contenedores por descuido durante su traslado.
Los mandos militares de Siria y Rusia denunciaron en varias ocasiones estas acciones de los extremistas para culpar a las autoridades y al Ejército regular.
La más reciente fue en noviembre del año pasado cuando informaron que los terroristas almacenaron sustancias tóxicas en refugios subterráneos cerca de la localidad de Saramada.
También se conoció entonces que realizaron modificaciones a los cohetes de fabricación local y le agregaron ojivas con gases de cloro y sarín para utilizarlos contra el ejército sirio y sus aliados.
El Gobierno rechazó en reiteradas oportunidades los informes de la Organización de Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que acusaron a las autoridades de Damasco de emplear este tipo de armamento y aseguró que los terroristas escenifican ataques para imputar al Estado, cumpliendo órdenes de sus operadores externos.
Denunció, además, que esas acciones son gestionadas y apoyadas por Estados Unidos, algunos gobiernos occidentales aliados y los servicios de inteligencia turca, que no solo ofrecen asesoramiento sino también cobertura mediática y política.
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