En una intervención televisada, precisó que ya en el país varios sectores económicos sufren y seguirán haciéndolo, como resultado de los enfrentamientos en Ucrania, donde Rusia lanzó la semana pasada una operación militar.
De acuerdo con el mandatario, el aumento del precio del combustible y de la calefacción es uno de los impactos previsibles, así como en las áreas que dependen de materias primas provenientes de esas dos naciones o exportan hacia ellas.
Nuestro crecimiento económico se afectará, pero tenemos el objetivo de protegerlos, señaló a los franceses en medio de las preocupaciones de la población por las consecuencias del conflicto.
El jueves pasado, Rusia lanzó una operación contra Ucrania bajo los argumentos de desmilitarizarla y de proteger a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia reconoció.
Francia fue una de las promotoras de la aplicación de sanciones a Moscú y anunció el envío de armas a Ucrania, pero Macron afirmó hoy que no está en guerra con Rusia.
La víspera, su ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, había declarado en público que París estaba en guerra económica contra Moscú para colapsarlo, aunque después se retractó.
Según Macron, el presidente ruso, Vladimir Putin, es el único responsable de la crisis, mientras el jefe del Kremlin culpa a Occidente y sus ambiciones de expandir la OTAN aún más hacia el este europeo, con Kiev como punta de lanza de la cruzada antirrusa.
En su breve discurso a la nación, el jefe de Estado galo estimó que las consecuencias del conflicto serán duraderas en Europa, porque representa «un cambio de época».
Al respecto, instó a la Unión Europea a invertir para depender menos de otros.
Macron en otros momentos de su intervención reconoció el sacrificio del pueblo ruso durante la Segunda Guerra Mundial y adelantó que continuará demandando un alto el fuego.
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