Egipto y Sudán no están negociando de buena fe y no están dispuestos a hacer las concesiones necesarias para llegar a un resultado justo en el que todos salgan ganando, dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Dina Mufti.
Más bien, subrayó, ambos países optaron por hundir la negociación dirigida por la Unión Africana (UA) y, además, internacionalizar un asunto particular, concerniente únicamente a naciones del continente, con el objetivo de ejercer una presión indebida sobre el gobierno etíope.
Nuestro equipo negociador, agregó, presentó una iniciativa para intercambio de datos antes del comienzo del segundo llenado del embalse, pero egipcios y sudaneses la rechazaron.
Según opinó, “la insistencia de los dos países en mantener el injusto statu quo y prohibirle a Etiopía el uso del río Nilo, con el pretexto de concluir un acuerdo integral vinculante, es inaceptable”.
Durante una conferencia de prensa, Mufti explicó que en abril último Etiopía presentó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su visión respecto al proceso tripartita para establecer cómo llenar y explotar la Gran Presa, bajo auspicio de la UA.
Definimos la posición de Etiopía con detalles del proceso de negociación y mostramos un anexo en el cual aclaramos los principales problemas relacionados con la construcción y llenado de la GERD (siglas en inglés), señaló.
Con la carta al Consejo, dijo, solicitamos a la ONU que inste a Egipto y Sudán a regresar a las negociaciones tripartitas sobre el llenado y la operación anual del embalse y a respetar el proceso liderado por la UA.
Este proceso cuenta con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la base de los principios de complementariedad y en el espíritu de encontrar soluciones africanas a los problemas de África, comentó.
Los continuos intentos de presionar a Etiopía y dejar de lado las conversaciones comandadas por la organización continental, demorarán la solución de las diferencias y socavarán aún más la confianza entre los tres países, sentenció.
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