En su más reciente actualización de las recomendaciones de viajes al extranjero, el ministerio de Relaciones Exteriores, que días atrás aconsejó a los británicos no viajar a Moscú u otras ciudades rusas, dijo que la decisión parte de la falta de opciones para regresar por vía aérea al Reino Unido y a la ´creciente volatilidad de la economía rusa´.
Rusia lanzó el pasado 24 de febrero lo que el presidente ruso Vladimir Putin calificó de una operación militar especial en la región autónoma ucraniana de Donbass, después que las autoridades de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler la agresión de Kiev.
Antes, el gobierno ruso reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
Putin afirmó que el objetivo de la operación es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio por parte de Kiev durante los últimos ocho años y desmilitarizar Ucrania, cuyo gobierno solicitó la membresía de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de los aliados de la OTAN acusan a Putin de invadir al país vecino, e implementaron sanciones económicas y financieras contra los máximos representantes del Estado y el Gobierno rusos, y contra empresarios, bancos, aerolíneas y barcos de ese país.
En respuesta a las sanciones, Rusia cerró su espacio aéreo a las aerolíneas de 36 países, la mayoría de ellos europeos.
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