Sin embargo, si bien el común denominador antibelicista está focalizado en la operación militar especial de Rusia en Ucrania, al mismo tiempo el envío de armas ofensivas a Kiev por parte de España ha creado escisiones en el Palacio de la Moncloa. La manifestación desde la estación ahora bautizada como Atocha-Almudena Grandes hasta la plaza Colón, en pleno centro de Madrid, tampoco tiene la absoluta unanimidad, aunque en líneas generales son muchas las actividades de homenaje y reconocimiento a la mujer esta semana en España.
Precisamente, la líder de Podemos, Ione Belarra, promueve un movimiento pacifista europeo en coordinación con socios como el presidente de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon; y el otrora titular del Partido Laborista de Reino Unido, Jeremy Corbyn.
Belarra, quien es ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha sido critica con su jefe, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por enviar armas a Ucrania, una postura similar a la de su compañera de partido y jefa de la cartera de Igualdad, Irene Montero.
Para tratar de bajar las tensiones, hoy la portavoz de Podemos, Isa Serra, negó en rueda de prensa que Belarra, llamara este domingo «partido de la guerra» al PSOE (Socialista Obrero español, de Pedro Sánchez) y aclaró que se refería «al fervor belicista».
Aprovechó la oportunidad para subrayar que Podemos no se plantea salir del Gobierno, pese a las profundas diferencias que se hicieron notorias con Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y líder del bloque Unidas Podemos en la actual administración.
Díaz, quien favoreció la decisión de Sánchez del envío de armas a Ucrania, sigue siendo la alternativa de Podemos hacia las futuras elecciones presidenciales en España, aseveró Serra. Por su lado, el vocero de la Ejecutiva Federal del PSOE, Felipe Sicilia, insistió en que dentro del Gobierno de coalición no hay tensión sino unidad ante la guerra en Ucrania, una afirmación que compartió la ministra de Política Territoria, Isabel Rodríguez.
Rodríguez, quien es la portavoz oficial del Gobierno, recalcó en declaraciones a Telecinco que la celebración del 8 de marzo mantendrá el sentido de siempre de lucha por los derechos de las mujeres para convertirse, igualmente, en una reivindicación del no a la guerra.
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