La ministra delegada para la Ciudadanía, Marlène Schiappa, anunció en la cadena Franceinfo la creación de una plataforma en la cual pueden registrarse familias dispuestas a recibir a los refugiados.
En ese sentido, saludó la generosidad de los franceses frente a una crisis que escaló el 24 de febrero con el comienzo por Rusia de una operación militar bajo el argumento de proteger de la hostilidad de Kiev a las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia Moscú reconoció.
Según Schiappa, hasta el momento llegaron a suelo galo unos cinco mil ucranianos, aunque aclaró que esta cifra es solo un estimado.
Tenemos familias completas, a veces niños con la madre y en otras menores solos, dijo la ministra delegada, quien afirmó que Francia no pone un límite de los refugiados que puede acoger.
Más temprano, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, consideró que el conflicto armado dejó ya dos millones de personas que huyeron, más de la mitad de ellas hacia Polonia.
Llegaremos a esa cifra hoy o a más tardar mañana, declaró a France Inter Grandi.
Por su parte, el portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal, abogó por más sanciones contra Rusia, «aumentándolas hasta donde podamos», en una jornada en la cual Moscú anunció un alto el fuego y la apertura de canales humanitarios para la evacuación de civiles y Kiev confirmó uno de ellos, entre las ciudades de Sumy y Poltava.
En el centro de una crisis de impredecibles consecuencias está el objetivo de occidente de expandir a la OTAN hacia el este de Europa, cercando aún más a Rusia, esta vez con Ucrania como punta de lanza.
Diversas voces en Francia han rechazado la acción lanzada por Moscú, pero con la alerta de que no podrá hablarse de paz y de seguridad en Europa sin atender las necesidades de Rusia, que denuncia el empeño de occidente liderado por Estados Unidos en ignorar sus legítimas preocupaciones.
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