La disposición, anunciada por la entidad como “temporal”, aseguró que todos los fondos de los clientes en cuentas o depósitos en divisas se conservan y contabilizan en la moneda del depósito.
Indicó que el cliente puede retirar hasta 10 mil dólares estadounidenses en efectivo y el resto en rublos al tipo de cambio del mercado en la fecha de la extracción.
Según el ente regulador, durante el periodo de la orden temporal, el dinero se emitirá en dólares estadounidenses en las cajas de los bancos, independientemente de la moneda de la cuenta, mientras el resto de las divisas se convertirán en dólares al tipo de cambio del mercado en la fecha de emisión.
El Banco Central de Rusia afirmó que todos los fondos se mantienen y contabilizan en la moneda en la que se abrió la cuenta o el depósito y que las condiciones no cambiarán, incluidos los intereses.
Mientras esté vigente el procedimiento temporal, los usuarios también podrán abrir nuevas cuentas y depósitos en divisas, pero los retiros se realizarán en rublos al tipo de cambio del mercado el día de la emisión.
Asimismo, durante este período los bancos no venderán divisas en efectivo a los usuarios y el dinero en efectivo puede cambiarse por rublos en cualquier momento y por cualquier cantidad.
Aclaró que los clientes, sin excepción, pueden recibir fondos de sus depósitos o cuentas en moneda extranjera, pero los bancos pueden tardar varios días en llevar la cantidad necesaria de efectivo a una determinada sucursal.
Informó que cerca del 90 por ciento de las cuentas en moneda extranjera en los bancos rusos no superan los 10 mil dólares, lo que significa que sus titulares podrán recibir sus fondos en efectivo en divisas.
Moscú lanzó un grupo de disposiciones económicas y financieras para hacerle frente a la fuerte batería de más de dos mil 800 medidas punitivas extranjeras aplicadas contra el país desde mediados de febrero, en especial luego del inicio de la operación militar en Ucrania el 24 ese mes.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a Rusia, apuntando a sectores clave del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación.
Las restricciones incluyeron la desconexión parcial de bancos rusos del sistema internacional de pagos Swift, el cierre del espacio aéreo para sus aerolíneas, la paralización de las reservas internacionales del Banco Central y el embargo a las compras de petróleo por Washington.
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